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En España 1 de cada 4 viviendas vive con mínimo un perro como mascota. A pesar de este dato, a día de hoy, existe mucho desconocimiento y  dudas acerca de si existe algún tipo de ley o de regulación para poder tener mascotas en las comunidades de propietarios. Es por ello, que en el artículo de hoy, desde AVM Lex Fincas os explicamos si existen algún tipo de leyes sobre los perros en comunidades de propietarios. 

 

¿Quieres saber más? ¡Allá vamos!

 

¿Existen algunas leyes sobre los perros en comunidades de propietarios?

 

Según la Ley de Propiedad Horizontal se establece que no se puede prohibir al dueño de la vivienda la tenencia de mascotas en su propiedad. Eso significa, que cualquier propietario puede contar con un animal de compañía en su casa, mientras que se respete las normas de convivencia establecidas con el resto de vecinos. 

 

¿Y si vivo en un piso de alquiler dentro de una comunidad de vecinos?

 

En este caso, si nos encontramos viviendo en un piso de alquiler, sí que pueden prohibir contar con perros como animal de compañía. La decisión de la aceptación o no de las mascotas está en manos de los propietarios del inmueble.

 

En el caso de que se prohíba, siempre tiene que constar en el contrato de alquiler. En el caso de que no se especifique, el inquilino tendrá todo el derecho a poder contar con mascotas en el piso, mientras que se respeten las normas de convivencia establecidas tanto en la casa como con el resto de los vecinos. 

 

¿Se puede limitar las mascotas en las zonas comunes del edificio?

Sí, los vecinos pueden llegar a establecer unas ciertas restricciones de acceso a todo tipo de mascotas en las zonas comunes del edificio. Estas deberán de ser aprobadas en la junta de los propietarios y se modifiquen los estatutos de la comunidad. 

 

Normalmente las restricciones más comunes que nos solemos encontrar para los perros en las comunidades de propietarios suelen ser las siguientes: 

 

  • La prohibición de que la mascota haga sus necesidades en las zonas comunes del edificio. 
  • Limitar el uso del ascensor, aunque según la ley no se puede prohibir el uso. 
  • Se puede tomar la decisión de prohibir llevar al perro sin la correa, y además si se trata de una raza de perro peligrosa, llamadas PPP, que deberán de usar un bozal de manera obligatoria. 
  • Por último, también se puede negar el acceso a otras zonas comunes como pueden ser el jardín o la piscina comunitaria. 

 

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